11.18.2005
¡Ya se anuncia de nuevo la negociación!
Dentro de poco se cumplen cuatro años del final del despeje del Ca- guán y de unos meses decisivos en los que la mayoría de los colom- bianos rechazamos a todos los poderosos aliados de las bandas narco- terroristas que desde la prensa alentaban la rendición de la sociedad y tomamos por líder al único político de relieve que se había negado a aceptar que se discutieran las leyes con una banda de asesinos.
______Tras todo el tiempo transcurrido es innegable para cualquier observador objetivo que tanto la legitimidad del Estado como los in- dicadores de violencia han mejorado considerablemente, de tal mo- do que la sensación de colapso, de fuga de capitales, de multipli- cación de los crímenes por parte de los terroristas y sus sectores urbanos afines y de simpatía ciudadana con las bandas mafiosas que competían con las tropas de la izquierda, se puede considerar superada. Basta con observar el índice de secuestros y homicidios en esas fechas y ahora, o todavía más revelador, la cantidad de personas que se desplazan sin problemas por las carreteras.
______Y más aún: todos esos indicadores de seguridad sólo son significativos desde el punto de vista de la tranquilidad de los ciudadanos y de la supervivencia de las probables víctimas. Desde un punto de vista profundo, de evaluación del trasfondo político del conflicto armado, los logros del gobierno son todavía más trascenden- tales: han cesado las huelgas de maestros que paralizaban las escuelas durante al menos un tercio del periodo escolar, ha terminado el control de la banda terrorista Sintratelecom sobre esa empresa pública, ha fracasado una huelga impuesta por la banda USO para forzar más poder de sus directivos, a los que se ha procesado como miembros de alguna organización guerrillera, han vuelto los alcaldes desplazados a sus municipios y se ha restaurado en términos generales la sensación de que las cosas funcionan.
______También ha habido logros de otro tipo, como el crecimiento económico que es cada año mejor, y también reducciones consi- derables de los indicadores de pobreza e indigencia, que llevaban casi una década subiendo. Al mismo tiempo, en ese terreno de la economía, se ha registrado una disminución del déficit público y de la deuda como parte del PIB, lo cual permite esperar mayor inversión y por tanto más creación de empleo y de riqueza en los próximos años.
______Pero no ha sido posible acabar con la guerrilla ni capturar a una masa crítica de cabecillas para pensar que se las ha debilitado de forma concluyente. Esa situación genera desmoralización en muchos que esperaban que algo tan arraigado y con tantas complicidades dentro del Estado y apoyos en el exterior fuera a disolverse tras una breve campaña militar. No está de más decir que la mayoría de esos «desmoralizados» son los mismos que maldicen a Uribe porque en lugar de proveer educación y salud se dedica a hacer la guerra. Personajes de una moralidad muy inferior a la de los secuestradores y masacradores, como lo demuestran en todo momento.
______Debido probablemente a la proximidad de las elecciones, las propuestas de negociación vuelven a aparecer y la discusión al respecto arrecia. Entre los textos más interesantes que han aparecido recientemente está un artículo del comisionado de paz publicado el domingo pasado en El Espectador, en el que manifiesta la voluntad del gobierno de negociar según las exigencias de las FARC hasta llegar como conclusión de la negociación a una Asamblea Constituyente, tal como exige la banda criminal, sólo negándose a despejar dos departamentos.
______Si alguna cosa hemos defendido en este blog es la necesidad de una Asamblea Constituyente que dé lugar a una nueva Carta fundamental distinta a la de 1991, que tenga en cuenta las realidades económicas y la experiencia de los catorce años de vigencia de esa constitución. Lo que siempre nos tendrá en contra es la propuesta de nombrar a dedo a los delegados de esa Asamblea, y de condicionar el desarme de las bandas de asesinos a la aprobación de la norma. ¿Es eso lo que propone el comisionado de paz?
______Así lo entiende el columnista de El Tiempo Alfredo Rangel, el cual parece hablar como portavoz de Enrique Santos Calderón, financiador de su fundación, el cual no quiere verse comprometido exigiendo en los editoriales que se premien las masacres. Es muy lla- mativo lo que escribe por el cinismo abiertamente favorable al terro- rismo y prácticamente incitador: afirma que puesto que el gobierno se muestra dispuesto a reconocer a las FARC como actor político —que ciertamente lo es en cuanto facción principal, hegemónica, de la izquierda colombiana— debe admitir que con un interlocutor político se habla de política y de poder! Lógico, con un violador se habla de sexo, con un atracador de dinero etc. ¡Oponer resistencia es algo que puede resultar más doloroso que negociar! Por eso al parecer la mitad del gobierno alemán la nombra la RAF; del italiano, las Brigadas Rojas; del francés, la Acción Directa; del estadounidense, la Milicia Michigan (y también el Ejército Simbiótico de Liberación, que sigue gobernando en la sombra), etc. Son cosas que todos los días vamos aprendiendo.
______¿Qué busca el gobierno con esa retórica? Yo creo que copar el terreno de los opositores, de modo que cualquier discurso más pacifista termina sonando a amigo de las guerrillas. Pero ¿qué pasaría si hubiera una constituyente no elegida y votada con pistola en la cabeza? Los colombianos no lo aceptaremos. Deberían saberlo. Y yo creo que al menos por parte del gobierno lo saben. Es que no pierden nada con mostrarse conciliadores cuando la presión de los medios manipulando a la gente para convencerla de que el gobierno se obstina en combatir a las FARC en lugar de buscar una salida negociada puede llevar a muchos a votar por candidatos distintos a Uribe, lo que sumado a los ingentes capitales con que cuentan para comprar votos, a las presiones clientelistas y a las amenazas en las zonas donde pueden poner bombas sin grandes dificultades podría llevar a la presidencia a algún bandido.
______Pero si no es así, si realmente el comisionado está pensando en lograr la paz a costa de la rendición ante los terroristas, debería saber que fracasará, que ningún gobierno de los que ha apoyado a Uribe ni ningún partido del exterior va a encontrar tolerable que redacten las leyes los representantes de unos asesinos ni que se vote una constitución con la amenaza del retorno de las masacres si no se aprueba.
______Tratándose de colombianos, nunca se sabe qué dimensión moral tiene todo eso, a lo mejor el comisionado ya empezó a soñar con una candidatura al Nobel de la Paz, y es bueno que todos vayamos prestando atención a ese nuevo Caguán que tal vez están preparando: peor que con despeje, no se trata de crímenes presentes, sino de la renuncia a aplicar las leyes, del reconocimiento del secuestro, la bomba y la masacre como fuentes de derecho.
______Esa esperanza de llegar a ocupar cargos de poder es lo que alienta a los terroristas. El día que comprendan que aparte de la impunidad no conseguirán nada, cesarán en sus crímenes. Pero es que ofrecerles impunidad es excesivo. Lo que la sociedad colombiana necesita es un esfuerzo más contundente para acabarlos, una investigación rigurosa que saque de los bancos los nombres de los testaferros, que sigan los negocios de finca raíz y demás que involucran a intelectuales reconocidos, porque ésa es la gente que realmente usufructúa los negocios de las FARC.
______En todo caso, que nos lo digan. A lo mejor optamos por otro candidato a la presidencia.
Comments:
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Es válido el llamado a estar alerta antes las consecuencias y a los peligros que podrían presentarse en un futuro proceso de paz con las FARC. Pero debo discrepar un poco sobre los riesgos de que ello suceda así a corto o mediano plazo.
No creo que las FARC esten dispuestas a entrar en una negociación sin tener garantizada tanto su impunidad como una cuota sólida del poder, más allá de lo que una Asamblea Constituyente "al final del proceso" pueda ofrecerles.
El poder que ellos quieren no es cualquier cosa, es una tajada considerable, y será más grande mientras más poder militar y económico conserven.
Ni creo que el gobierno esté dispuesto a darles la impunidad reclamada, o a negociar grandes cuotas de poder por fuera de un marco legítimo y pacífico para ello (el que, idealmente, vendría sólo después de un finalización de las hostilidades real y verificable).
En primer lugar, porque la impunidad no sería bien vista internacional- mente. Quizás una de las cosas buenas, si se quiere verlo así, de la controversia en torno al proceso con las AUC es que, en muchos casos, parte de la comunidad internacional se verá forzada a asumir, por consistencia, una posición no mucho menos crítica frente a una negociación con las FARC, sobre todo en el actual clima internacional. Habrá varias entidades hipócritas, pero otras serán más coherentes.
Y las FARC, seamos sinceros, no creen que ellos tengan mucho que los motive a confesarse o a pedir perdón, ni penas que pagar así sean de 5 años en cárceles.
Es quizás aún más fuerte ese sentimiento entre las FARC que entre las AUC, dada la solidaridad internacional que existe en ciertos sectores de izquierda que los idealizan o simplemente han sido afectados por su propaganda política (por algo ha salido un nuevo documental controversial en Europa con un director que los pinta como seres humanos, ok, pero humanos que son parte de un dizque "movimiento de liberación").
Las FARC están, al nivel de la dirigencia al menos, convencidas de la necesidad y "justicia" histórica de su lucha por implantar una dictadura del proletariado "a la colombiana". La gente radical de izquierdas no hace las cosas por simple maldad o egoísmo, sino muchas veces creyendo en que beneficiará a la sociedad y, claro, también a ellos mismos (pero no como único motor, sino que ambos interactúan).
Por otro lado, el gobierno no podría cederles una cuota de poder a las FARC en medio de una guerra todavía sin acabar, eso sería no sólo un suicido político frente a buena parte de la población (una vez empezara a volver el terrorismo y los avances no muy lejanos de la insurgencia), sino también frente a las FF.MM. y buena parte de los paramilitaries (o ex-).
Un estado no se rinde a menos que en la práctica se vea forzado a hacerlo. Por simple motivación electoral o por complacer a la opinión de un momento, por ejemplo, no creo que se presente tal cosa. Al menos no todavía.
No creo que las FARC esten dispuestas a entrar en una negociación sin tener garantizada tanto su impunidad como una cuota sólida del poder, más allá de lo que una Asamblea Constituyente "al final del proceso" pueda ofrecerles.
El poder que ellos quieren no es cualquier cosa, es una tajada considerable, y será más grande mientras más poder militar y económico conserven.
Ni creo que el gobierno esté dispuesto a darles la impunidad reclamada, o a negociar grandes cuotas de poder por fuera de un marco legítimo y pacífico para ello (el que, idealmente, vendría sólo después de un finalización de las hostilidades real y verificable).
En primer lugar, porque la impunidad no sería bien vista internacional- mente. Quizás una de las cosas buenas, si se quiere verlo así, de la controversia en torno al proceso con las AUC es que, en muchos casos, parte de la comunidad internacional se verá forzada a asumir, por consistencia, una posición no mucho menos crítica frente a una negociación con las FARC, sobre todo en el actual clima internacional. Habrá varias entidades hipócritas, pero otras serán más coherentes.
Y las FARC, seamos sinceros, no creen que ellos tengan mucho que los motive a confesarse o a pedir perdón, ni penas que pagar así sean de 5 años en cárceles.
Es quizás aún más fuerte ese sentimiento entre las FARC que entre las AUC, dada la solidaridad internacional que existe en ciertos sectores de izquierda que los idealizan o simplemente han sido afectados por su propaganda política (por algo ha salido un nuevo documental controversial en Europa con un director que los pinta como seres humanos, ok, pero humanos que son parte de un dizque "movimiento de liberación").
Las FARC están, al nivel de la dirigencia al menos, convencidas de la necesidad y "justicia" histórica de su lucha por implantar una dictadura del proletariado "a la colombiana". La gente radical de izquierdas no hace las cosas por simple maldad o egoísmo, sino muchas veces creyendo en que beneficiará a la sociedad y, claro, también a ellos mismos (pero no como único motor, sino que ambos interactúan).
Por otro lado, el gobierno no podría cederles una cuota de poder a las FARC en medio de una guerra todavía sin acabar, eso sería no sólo un suicido político frente a buena parte de la población (una vez empezara a volver el terrorismo y los avances no muy lejanos de la insurgencia), sino también frente a las FF.MM. y buena parte de los paramilitaries (o ex-).
Un estado no se rinde a menos que en la práctica se vea forzado a hacerlo. Por simple motivación electoral o por complacer a la opinión de un momento, por ejemplo, no creo que se presente tal cosa. Al menos no todavía.
Lo que dice Nightjuan es muy cierto. Sólo la certeza de que en el futuro les espera la derrota militar y la consecuente captura de su cúpula militar, sería lo que convencería a las FARC de renunciar a pretender la mitad del poder y la impunidad total, en todo sentido, a cambio de la desmovilización.
Creo que ellos tienen demasiada soberbia, no sé si más que las AUC, como para al menos reconocer que han cometido crímenes, y desgraciadamente ese punto es muchísimo más importante que cualquier otra cosa en un proceso de paz.
Sería como esperar que un cerdo se arrepintiera de haberse criado en un muladar, o que una cucaracha aprendiera a vivir sólo en lugares limpios y secos.
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Creo que ellos tienen demasiada soberbia, no sé si más que las AUC, como para al menos reconocer que han cometido crímenes, y desgraciadamente ese punto es muchísimo más importante que cualquier otra cosa en un proceso de paz.
Sería como esperar que un cerdo se arrepintiera de haberse criado en un muladar, o que una cucaracha aprendiera a vivir sólo en lugares limpios y secos.
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