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3.28.2006

La democracia según Semana

Tan inspirador fue el título del publirreportaje sobre Carlos Gaviria que publicó Semana, que no se me ocurre casi cambiarlo, de lo perfecto que viene al caso.

Lo que más me gusta de encontrar cinco patas al gato (algunos las tienen, de verdad), es cuando uso las propias palabras del cuestionado del caso para sacarlo del agua, por aquello de que el pez muere por la boca. Cuando a Carlos Gaviria le piden que defina su posición y su actitud, no tiene ningún miramiento para declarar que su visión cíclica sobre la civilización moderna está basada en Oswald Spengler, lo cual no deja nada claro si finalmente es Gaviria el representante del movimiento "buenazos al poder", o un nostálgico del autoritarismo, o más bien siguiendo el espíritu de su libro favorito, un amante de las vueltas.

Y yo sí creo que tal como representa "La Decadencia de Occidente", a Gaviria le gusta la teoría del péndulo, pues ni más ni menos, ésta sería la teoría que le daría el poder en las próximas elecciones. Si el país pasó de la mojigatería pastranista del pacifismo a toda costa, hacia el "autoritarismo guerrerista" de Uribe, no queda más que volver al punto de partida, y quién mejor que Carlos Gaviria para desempolvar el manual del arrodillamiento profariano, que apenas tras cuatro años de acumulación de polvo ya parece lo suficientemente añejo como para reinvindicarlo para demostrarnos lo indemostrable: la negociación claudicante del Caguán, que puede volver a la luz así como la cortina de hierro y la guerra fría se están reeditando en Latinoamérica 17 años después de muertas y sepultadas.

A Carlos Gaviria no le tiembla el pulso para señalar el monstruo que hay que acabar: el capitalismo. Como la generación de riquezas no garantiza la felicidad colectiva, lo mejor es suprimir la economía de mercado, y así nos convertimos en una nación de infelices donde al menos la justicia igualitaria nos aplacará la indignación por las diferencias sociales:

Carlos Gaviria: "El Polo es Democrático porque está jugando en las reglas de la democracia y porque acudió a ellas incluso para escoger su candidato. Y realmente es alternativo, porque se llama así a una solución, a una postura, a una actitud en contra de lo predominante. Y lo predominante hoy es la economía de mercado, la restricción de las libertades y el autoritarismo. Lo predominante es todo aquello para lo cual se presenta una alternativa."

Es decir, que el Polo es democrático porque sigue las reglas de la democracia (bueno, Hitler también las siguió para ascender al poder, al igual que Chávez), con lo cual queda demostrada esa afirmación tan gavirista (por lo retórica y nada concluyente). Es alternativo porque se opone al consenso mayoritario (lo cual para cualquier antidemócrata viene a ser de mal gusto), y finalmente, lo mejor, lo más bello del discurso gavirista, es que este consenso mayoritario (en Colombia y el resto del mundo) es maldito, merece acabar. Porque es el consenso del libre mercado como apuesta de desarrollo, y el papel clarísimo de Gaviria es ofrecer una alternativa, un "antimercado anticapitalista": la antítesis de lo que Gaviria "denuncia", eso es lo que nos trae a la mesa. ¿Quedó más claro? ¡Es que ni escribiéndolo yo, que para eso Gaviria abrió su barba sanicolesana y dejó salir esas palabras, una por una, para plasmarlas en una pared del Museo del Horror que viene a ser Colombia cada vez que un "catedrático" "intelectual" de este calibre regala sus opiniones a los medios.

Prosigue Gaviria ante la pregunta "¿Y qué tan demócrata es Carlos Gaviria?", con una respuesta que ya suena a burla hacia el entrevistador: "Por supuesto que mucho. Soy un demócrata".

En fin, que el declarado parlamentarista se lamenta porque la democracia colombiana no es ejercida en beneficio de las mayorías que eligen a sus gobernantes. Eso será muy cierto, pero, ¿no olvida Carlos Gaviria que precisamente esas mayorías tampoco elegirían acabar con la economía de mercado? Incluso en la cubanizada Venezuela la mayoría de los venezolanos, en medio de su modorra, prefieren la economía de mercado y rechazarían el socialismo como sistema de gobierno. Otra cosa es que por aquello del "no, no puede ser, éllos no serían capaces", permanezcan impávidos ante el golazo que les está metiendo su presidente año tras año, durante siete años y aumentando la cuenta.

En fin, que esa solución parlamentaria de Gaviria, donde un parlamento elige al presidente, y no el pueblo, es la solución para acabar con el abuso del poder en una sola figura. ¡Pues la solución será que no el pueblo, sino unos políticos, siempre corrompidos en su mayoría, elijan directamente a quien nos va a dirigir! Carlos Gaviria es la solución al TLC, que como todo tratado, ¡se atrevió a perjudicarnos en alguna medida, y Gaviria trabajará para "pulirlo" dejándolo en una relación de ganancia absoluta para Colombia! ¿Alguien había dicho alguna vez que los anticapitalistas eran buenos negociantes? A mí me parecen más bien charlatanes que quieren vendernos algún mugre en frasco, y nos prometen que sirve para todo, que cura todo, que de todos modos es barato, y no tiene ninguna contraindicación médica. ¿Si las medicinas desarrolladas por laboratorios y personal altamente especializado tienen algún pero, cómo no va a tenerlo alguna bazofia de estafador, que denigra de la imperfecta medicina para vendernos la cura milagrosa en su lugar? Bueno, para algo tenía que servir la rabiosa campaña anti-TLC que durante meses convirtió un apoyo masivo en un rechazo mayoritario.

Bueno, dejemos por un momento el discurso ideológico, y vamos a lo concreto: cómo gobernaría Carlos Gaviria.

"Semana. A algunos gobiernos de izquierda se les tilda de populistas...

Carlos Gaviria. Yo traigo propuestas concretas. Le diré sólo cuatro: Derogación de la flexibilización laboral, permitir que en dos años haya cobertura social de salud con equidad, convocar a consulta popular para el TLC y servicios públicos para las personas de menores recursos".


Vuelve el pez a morir por la boca. ¿Qué tan concreto sería abolir la flexibilización laboral? Sería tan concreto como decretar la inamovilidad laboral (tiemblen empresas poco rentables), o el aumento de los beneficios laborales (tiemblen desempleados, que si hoy es difícil conseguir empleo, con Gaviria será casi imposible).

En cuanto a eso de "cobertura social de salud con equidad", yo creo que Gaviria se emborrachó tanto con las palabras mágicas de todo populista, que ya ni supo lo que decía. ¿Qué es una cobertura social en salud, y por consiguiente, una cobertura no social en salud? ¿Qué es una cobertura con equidad, y por lo tanto, una sin equidad? No lo explica, no, el candidato del "yo soy muy claro".

Perdón, sí lo trata de explicar un poco:

"Semana. ¿Y cómo hace la gente para saber que no son propuestas populistas?

Carlos Gaviria. La flexibilización laboral por filosofía es incompatible con el Estado social de derecho porque parte de la idea de que para generar empleo hay que deteriorar el salario de los empleados. El hilo conductor para la eliminación de la pobreza es el empleo. No hay que verlo sólo como estímulo a la producción. Que todos tengan un ingreso derivado de un trabajo digno. Y en segundo lugar, la tributación también debe verse como generador de empleo.
"

Sí, tal como lo dijo, más claro no canta un gallo: el "Estado social de derecho", tan cacareado por el bando que Gaviria representa, está en contra de facilitar la contratación y despido de personal. Para este bando, más vale defender los derechos de los ya empleados (qué raro, los sindicatos, constituidos 100% por ya empleados, promulgaron la creacion de este Estado social de derecho), que darle una oportunidad a los millones de desempleados y subempleados de conseguir algo mejor que lo que ya tienen: nada o casi nada. Así como Gaviria cree que la flexibilización laboral aumenta el empleo deteriorando el salario de los ya trabajadores, bien se podría creer que su propuesta no tiene ni base ni asiento, pues el empleo no se crea por decreto, ni tampoco con esas desgastadas y fracasadas políticas keynesianas de estimular la producción mediante el disparo del gasto público por contratación masiva. Y la tributación... ¡ay, la tributación! ¿Quiénes decían que Gaviria es claro en lo que dice, cuando realmente va a tocar un tema vital?

Y lo dicho, Navarro es todo un demócrata moderado y sensato al lado de Gaviria. ¿Alguna duda? Nada más con leer esto se aclaran todas:

"Semana. Esas son propuestas que había hecho Navarro.

Carlos Gaviria. Con Navarro es más lo que nos une, aunque tenemos dos diferencias claras. La primera, que yo soy más crítico frente a la seguridad democrática y no me gustan los informantes ni los policías campesinos. Y en economía, es más fuerte mi propuesta de que el Estado recupere la dirección de la economía para evitar el efecto negativo que viene produciendo.
"

Es decir, a Gaviria le gusta menos lo que Uribe ha hecho contra la guerrilla (precisamente, el punto en que más aprobación ha obtenido el presidente de la opinión pública), no le gustan los soldados campesinos (¿por qué?) que tanto han ayudado a controlar el dominio territorial de las FARC, y su solución para desarrollar el país es inyectarle una sobredosis de intervencionitis estatal, al mejor estilo setentero, reeditado y repotenciado con nefastos resultados por el vecino de la boina roja. ¡Y es que hasta hay gente insolente que se atreve a decir que Gaviria es sabio!

Para terminar la primera parte de este bochornoso panfleto semanista, Gaviria cierra con broche de oro su entrevista:

"Semana. Pero la gente parece percibir una mejora en la economía.

Carlos Gaviria. Eso es lo que creen las encuestas, pero si la gente que no gusta ni está beneficiada con las propuestas del modelo del presidente Uribe sale a votar, llegamos a segunda vuelta.

Semana. ¿Eso significa que usted le jalaría al acuerdo con el liberalismo para derrotar al presidente?

Carlos Gaviria. Yo prefiero ponerlo más en términos programáticos y le reitero que si la gente sale a votar vamos a segunda vuelta. Y si vamos a segunda vuelta podemos dar la sorpresa."


Gaviria cree que todo es cuestión de que los pobres voten por él, que les va a garantizar la imposibilidad de conseguir un empleo, y sobre todo si el precio de su "pulcritud política" es aliarse ni más ni menos que con el archicorrupto Partido Liberal.

Pero no nos asustemos, que Helena Alviar nos dice que Gaviria no es tan radical como parece.

Para esta señora, no es que Gaviria sea radical. ¡Es que el resto es tan "derechista", que un moderadísimo Gaviria parece extremista! El show continúa...

Por respeto al lector no gastaré más tiempo analizando el palabrerío discursivo de esta columnista tan dignamente semanista. Sólo basta con referirlos a la vieja retórica mamerta y ultramamerta de la reivindicación de la izquierda como fuerza que busca la predominancia de la redistribución de la riqueza (la ajena, claro, no la de ellos), por encima de la generación de riqueza y aumento de las oportunidades para todos.

Bastaría con recordarle a esta señora que la democracia no se impone a grito ni orden, tal como la ONIC hizo cuando ordenó a las comunidades indígenas colombianas no votar por Antanas Mockus sino por Carlos Gaviria (¿y dónde está la libertad de elección personal?).

El problema no es que algunos grupos sectarios y radicales apoyen a cierto candidato, sino que cierto candidato sea condescendiente con el discurso sectario y radical de dichos grupos. ¿O qué nos propone Gaviria cuando nos ofrece una negociación de paz con las FARC sin presión militar de por medio? ¿Es que alguien todavía, después de la amarga experiencia del Caguán, tiene alguna duda de lo que eso significaría? En fin, que mientras más miembros de "centros de pensamiento sociopolítico" opinan en este país, más ganas dan de irse a la plaza de mercado y no limitarse a hacer compras, sino a preguntarle a los vendedores cómo va la familia. ¡Es que para conversaciones profundas e inteligentes con gentecita semanista, mejor saber en cuánto amaneció el kilo de alcachofas!

Comments:
Fuera de semejante visión apocalíptica, digna del mejor cine de horror, creo que su analisis no constituye en absoluto un argumento digno de una persona pensante, sino únicamente el comentario de alguien cegado por
el odio ( contra Carlos Gaviria), el miedo ( a mostrar la decadente politica social de Uribe ) y el resentimiento (vaya su mercé a saber cual será).

Que Desesperados andan los fervientes uribistas¡
 
Comando azul, daría lo mismo que el post fuera la obra de un genio o una absoluta idiotez, usted siempre diría lo mismo... Ustedes, quise decir. Hay algo clónico... ¿clónico? Sergio, no moleste, no se cambie el nombre, ese estilo declarativo lo delata automáticamente.
 
Claro, Comando Azul, vaya uno a saber de qué manera quienes votamos por el actual presidente (y ganamos), resultamos siendo los resentidos, y los que votaron por alguno de los perdedores, no lo van a ser.

Ustedes cada día pierden privilegios. Los demás vemos más esperanzas y poco a poco más oportunidades. Pero de alguna manera, uste determinó que nosotros somos resentidos y ustedes no.
 
Yo ataqué ferozmente al señor Presidente en un principio, pero cuando las cosas comenzaron a ir bien, me di cuenta que hay que rodearlo. No le paremos bolas a tanto comentario procaz. Uribe más más!
 
Carlos Gaviria es buena gente: no disimula demasiado. Es relativamente frentero en sus idioteces. La izquierda contó cabezas, llegó a la conclusión de que a Uribe no lo saca nadie (tampoco llegará un contendor a la 2a vuelta), así que lo importante es disciplinar a los cuadros con un candidato lo más limpio posible en lo ideológico, hasta el punto de decir sin pudor ni ironía las bobadas citadas. Si creyera la izquierda en la posibilidad de ganar (o de hacer un buen ruido electoral), el candidato sería Navarro. Lo irónico pero previsible es que que la simpatía que nosotros le tenemos a Navarro desde la otra orilla (porque rechaza el terrorismo y abraza el legítimo anhelo de seguridad de los colombianos) solo sirve para ratificar la idea entre la cúpula de la izquierda de que el tipo no es confiable. Y tienen razón, a su modo.
 
Respondón: sí, leyendo sus ideas sobre la flexibilidad laboral uno llega a la conclusión de que el tipo sufre algún tipo de demencia jurídica, que cree que el mundo es proyección de sus melcochas y al final el sentido de algo es que encaja en determinada concepción nacida en el despacho del juez. Toda la ideología mamerta tiene algo de eso, pero si no aterrizan terminarán peor que Abimael.

Bueno, lo digo tal vez por ganas de darte la razón. En otros momentos me parece increíble que luche con tanta convicción por la igualdad alguien que disfruta tan copiosamente de la desigualdad. Que se olvide alguien tan leído de lo que han sido los procesos de paz con la guerrilla...

Es difícil resolver al respecto. Conozco gente simpática y hasta bienintencionada que cede a todo eso, pero no sé si haya una instancia supramoral que determine la adhesión al crimen político. Nosotros pensamos en moral, pero ésta a fin de cuentas nace de la costumbre, y aludía sobre todo a la sodomía y el incesto. La primera ya es normal y el segundo tal vez lo sea dentro de un siglo. Pero la distracción respecto a los crímenes monstruosos que tienen motivación política, y que a uno le dan rentas, me parece que será cada vez más grave. Los crímenes del siglo XX, sobre todo el comunismo, dejarán esa desconfianza.
 
Navarro rechaza el terrorismo? Entonces por que no se aparecio para dar la cara cuando lo del Palacio de Justicia. Gustavo Petro al menos si dio la cara

Por otro lado este post tendencioso de Diego40 me hace dudar de este blog, que en blogscolombia le dieron palo y con razon
 
Claro, anónimo, la realidad es como usted la pinta, no como tenga que ser demostrado que es. Por eso en Blogscolombia la realidad es lo que usted sentenció que es, no lo que quedó plasmado allí y que todo el mundo puede leer.

La calidad "argumentativa" de la gentuza como usted demuestra una y otra vez que ustedes están desesperados, como ese email que están enviando de las "27 razones para no votar por Uribe". Muy penoso, muy patético.

Sí, Navarro ha rechazado el terrorismo en algunas declaraciones, cosa que Petro no ha hecho. Lo del Palacio de Justicia no tiene nada que ver con este post, pues se acusaba al M19 de recibir dinero del narcotráfico (lo cual sólo según su cabecita atrofiada es terrorismo). Navarro nunca podría responder acerca de lo que hicieron sus compañeros en el Palacio, pues él ni estuvo en el lugar, ni mantuvo comunicación con ellos en el momento. De todos modos Navarro sí dio la cara sobre el asunto. ¿Qué necesidad tenía usted de mentir? Otra cosa es que sus declaraciones no fueran convincentes. Petro sólo se asomó en los medios a vociferar que todo era una campaña de desprestigio contra el M19 pero no explicó nada. Pero para usted eso es "dar la cara".

Debería largarse a pulirle los zapatos a Petro en lugar de perder su tiempo aquí tratando de restarnos credibilidad a costa de su autoestima. Se le hace tarde.
 
Cool blog, interesting information... Keep it UP Oral surgery plus
 
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